Los oceanarios, delfinarios o establecimientos con delfines
en cautiverio, desarrollan una actividad comercial de espectáculo
similar a los circos con animales. Sin embargo, el discurso
de estos establecimientos, apela a una encomiable labor de
educación, investigación y conservación.
Algunos incluso ofrecen dinero a investigadores independientes
para que estudien las poblaciones silvestres y así
mejorar su imagen.
¿Porqué es que estos establecimientos han incluido
temas de conservación, ciencia y educación en
su estrategia publicitaria? ¿Cual es la validez de
las contribuciones que la industria del cautiverio de delfines
menciona frente a los datos reales del cautiverio de cetáceos
y su biología.
Esta es una sección introductoria, que pretende informar
y motivar a las personas para que sean críticos ante
la información que reciben sobre el negocio del espectáculo
con delfines.
El Discurso
"Gracias por formar parte de nuestro excitante programa.
Estamos ansiosos de presentarles a nuestros increibles animales
y de compartir con ustedes nuestro entusiasmo por nuestros
Delfines Mulares del Atlántico. Esperamos que al terminar
la experiencia su apreciación por la vida marina y
hábitats marinos sean aún mayor." Así
parte la introducción del pequeño libro que
obsequian a los participantes de un programa de nado con delfines
de Estados Unidos, donde, luego de haber reembolsado una suma
de dinero, se recibe una charla antes de entrar a la piscina
junto con los animales.
Los oceanarios o delfinarios, tienen en común que
todos enfrentan la amenaza de perder sus clientes si éstos
consideran que la vida en cautividad daña a los delfines.
De hecho es así, pero logran evitar sus consecuencias
mediante una activa y constante campaña publicitaria.
Los temas tratados en la publicidad son siempre positivos
y procuran la empatía con las espectativas que los
propios clientes o visitantes poseen sobre los delfines. Durante
la experiencia de visitar un delfinario, inevitablemente escucharemos
sobre su presunto compromiso con la conservación, la
educación y las bondades de la vida en cautiverio en
dicho establecimiento. Siempre se mencionan frases con una
carga emocional, casi infantil, sobre el vínculo entre
el oceanario y "sus" delfines, de forma similar
como sus clientes se expresarían de sus propias mascotas.
Así, el discurso procura producir vínculo emocional
que evite la discusión racional que pueda develar los
temas en los que no tienen respuestas para su justificación.
En su discurso, todos evitan mencionar el origen de sus animales,
las estrategias para capturarlos, cuantos fueron afectados
durante las operaciones de captura, cuantos no sobrevivieron
la etapa de acondicionamiento con dieta en base a peces muertos,
o porqué se abastecen de delfines provenientes precisamente
de países con altos grados de corrupción o inestabilidad
política.

Educación
Mediante Exhibición en Cautiverio
¿Es necesaria la exhibición de un animal en
vivo para educar a la gente sobre la importancia de la especie
y de su habitat? Los libros, computadores, videos, simulaciones
de realidad virtual, museos, entre otros medios, podrían
y deberían reemplazar estas exhibiciones.
Es verdad que el hecho de ver de cerca al animal vivo, y sobre
todo verlo como protagonista de un show, puede crear un tipo
de respuesta emocional de parte del público, pero en
esas circunstancias el visitante está estableciendo
este vínculo afectivo no con el animal en sí,
sino con la idea de una criatura creada por el espectáculo.
De hecho, según fuentes de "The Human Society of the
US" (Paper "The case against marine mammals captivity"), luego
de evaluar los shows y evaluar las reacciones de la audiencia
se concluyó que los shows no constituyen medios educativos,
sino que todo lo contrario: Al
representar de manera incorrecta la realidad de los animales,
los shows inculcan conocimientos erróneos sobre el
verdadero comportamiento, espacio y estructura social normal
del animal. Y en contraste a lo que afirma esta industria,
la respuesta del público no se traduce en acciones
prácticas ni mayor conciencia ecológica. En
vez de sensibilizarse frente a la la vida de los mamíferos
marinos y su hábitat, el público se insensibiliza ante la crueldad
de alejar a un animal de su ambiente y mantenerlo recluido.
"Obligamos a los delfines a actuar de una manera
en la que nunca actuarían en la naturaleza debido a
que nos entretiene el hecho de dominar a miembros indefensos
de otras especies. La peor parte es que esto da a entender
a los niños que es bueno mofarse y faltar el respeto
a uno de los seres más fabulosos de la naturaleza."
Richard O' Barry, ex-entrenador de delfines de sea-aquarium
y del famoso delfín Flipper, tras desilusionarse de
la industria del cautiverio.

Investigación
"Científica" en Cautiverio. Relevancia de los estudios
científicos hechos en Cautiverio 
Los delfinarios argumentan que su labor investigativa
aporta conocimientos necesarios para la conservación de los cetáceos.
Pero el análisis hecho por la Whale and Dolphin Conservation
Society en "A Review of the Scientific Justifications for
Maintaining Cetaceans in Captivity" se contrapone al discurso
de los delfinarios, cuestionando la relevancia de los estudios
hechos en cautiverio.
El estudio muestra que el cautiverio, al someter
a los animales a los límites físicos de una
piscina, a una dieta anormal, a un ambiente artificial y a una vida sedentaria,
produce importantes cambios sicológicos y fisiológicos
en ellos lo que se traduce en un trastorno completo
de su vida:
-Modifica
los niveles normales de glóbulos y metabolitos sanguíneos.
Los datos recogidos de animales cautivos son muy útiles
para monitorear y tratar a animales en su misma condición,
pero no para el estudio de animales libres. En diferentes
investigaciones se encontró que los niveles de
distintos componentes sanguíneos (glóbulos rojos,
blancos, hormonas, enzimas, urea, colesterol , triglicéridos,
etc.) diferían entre animales cautivos y libres. Estas
diferencias se podrían explicar por la adaptación
del organismo del animal cautivo a una dieta nueva, a una
menor exposición a infecciones y parasitismo, y al
ambiente climático relativamente constante de la piscina.
"El cautiverio demanda ajustes fisiológicos que
pueden reflejarse en los niveles sanguíneos." (Medway
& Geraci, 1986).
-Modifica
la cognición y sicología de los animales,
dando una falsa impresión sobre sus habilidades en
libertad. La mayoría de los experimentos en esta área
han permitido conocer las extensas habilidades cognitivas
y el sofisticado sistema sensorial para explorar el ambiente
de los cetáceos. Sin embargo hay problemas que restringen
la utilidad de estos datos, como la barrera acústica
y la naturaleza visual de ambientes de cautiverio, y el hecho
de que involucren a unos pocos animales altamente entrenados.
-Modifica
la conducta y organización social. En cautiverio,
la composición del grupo es impuesta. El espacio reducido
introduce mayor agresividad, observándose una jerarquía
dominante en grupos cautivos, no así en libertad, donde
hay una mayor dinámica, pues el mayor tamaño
del grupo permite que los machos adultos formen subgrupos
basados en edad y sexo, mientras que las hembras se asocian
en grupos junto a sus crías. En cautiverio, las conductas
como forrajeo y respuesta al predador no existen. Tampoco
la de viajar largas distancias, esta conducta es reemplazada
por un nado en monótonos círculos unidireccionales.
-Altera las
cifras de reproducción y sobrevivencia. Los
zoológicos y parques marinos, a través del control
de la dieta, de la salud y de la presencia de un compañero
adecuado, han mejorado los records de sobrevivencia para algunas
especies, mientras otras mantienen niveles extremadamente
bajos. )
-Modifica
los tipos de enfermedades mórbidas o mortales que afectan
a los animales. Aunque hay ciertas enfermedades comunes
en animales libres y cautivos (como la Ulcera Gástrica
y Neumonía Bacteriana), hay algunas que son particulares
de cetáceos en cautiverio (ciertas infecciones que
podrían deberse a situaciones a las que expone el cautiverio,
como las terapias de antibióticos a largo plazo.) Hay
también otras enfermedades típicas de poblaciones
libres. Estas tienen un alto grado de parasitismo, en contraste
con las poblaciones cautivas que son tratadas con antiparasitarios
y se encuentran menos expuestas al contagio. Los cetáceos
silvestres también han sido objeto de una reciente
emergencia de "Epizootics", enfermedad causada por un virus,
que ha causado mortalidad a gran escala en diferentes especies
de distintos lugares. Como vemos, estas enfermedades que sólo
atañen a poblaciones libres no pueden ser estudiadas
a través de los datos de poblaciones cautivas, pues
ellas están artificialmente protegidas.
-Modifica
la fisiología del animal. Particularmente los
estudios de nutrición y energética no ayudan
a predecir adecuadamente el funcionamiento de animales silvestres
a causa del sedentarismo y dieta anormal que impone el cautiverio.
La fisiología del buceo tampoco se puede estudiar adecuadamente
a causa de las limitaciones de espacio. Otros estudios sobre
ejercicio y fisiología respiratoria sí han aportado
un conocimiento que puede ser muy interesante, pero que no
parece tener aplicaciones prácticas en la conservación
de delfines.
Todas estas diferencias entre la realidad
de los animales confinados y la de los libres explican que
los cetáceos cautivos no sean un buen modelo de estudio
que permita entender la vida de los cetáceos en mar
abierto. Por lo tanto los datos provenientes de estudios en
cautiverio no son útiles para elaborar programas
de conservación de poblaciones naturales.
Otro argumento mencionado por los delfinarios
es el de los supuestos beneficios de los programas de reproducción
en cautiverio. Según explican, al aumentar las poblaciones
cautivas se volverán auto-sustentables y ya no
habría necesidad de capturar animales libres. También
arguyen que las poblaciones cautivas pueden ser útiles
para preservar especies en peligro de extinción. Sin
embargo no se ha establecido ninguna meta en orden de llevar
a cabo estas proposiciones, que bajo extricto análisis
científico se ven muy difíciles de llevar a
cabo, necesitándose un número muy alto de individuos
para crear una población sustentable. Al seleccionar
y armar los grupos cautivos, los delfinarios, en lugar de
pensar en la conservacion de la diversidad, se han guiado
más por la meta de obtener una población adaptada
a la vida en cautiverio, no importando si éstas pierden
su identidad de origen al mezclarse con individuos provenientes
de otras poblaciones.

Objetivo Final de
los Delfinarios
El objetivo final es tan claro como el que dió origen
a esta industria, hacer dinero gracias a la popularidad que
tienen los delfines, aún cuando el cautiverio les ocasione
la muerte y haya que capturarlos de vida silvestre permanentemente
incluso mediante operaciones de contrabado internacional,
se maten entre ellos e incluso a los entrenadores y personas
que ingresan con ellos a los tanques donde están confinados.
Otra de las razones es poco comentada debido a los peligros
que ello involucra. Sin embargo, es sabido que algunos establecimientos,
particularmente en latinoamérica, utilizan estos establecimeintos
como una fachada comercial para blanquear dinero proveniente
de la droga, específicamente cocaína. La forma
es simple, mediante la sobrefactura al registrar en el balance
comercial un mayor ingreso de turistas a ver los espectáculos
que el verdadero.

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