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PROPUESTA DE NORMAS DE WHALEWATCHING PARA CHILE

Entre las regiones de Atacama y Coquimbo, Chile cuenta con una serie de islas costeras con una privilegiada diversidad de mamíferos marinos, cetáceos en particular. Fue seleccionado en los años noventas como el principal laboratorio donde analizar la conducta local de los cetáceos ante la presencia humana en embarcaciones. Sus efectos tanto como impactos inmediatos y de largo plazo, como en forma de respuestas dinámicas inmediatas. Se elaboró entonces, un protocolo el cual fue probado en el mismo sitio y en otras regiones en un permanente perfeccionamiento. Así, y pese a tener indicaciones locales al sitio de su desarrollo, ésta experiencia corresponde a un modelo para otras zonas del país, producido en base a investigación científica local más que sólo mediante la importación de protocolos foráneos. Esta contribución está en permanente actualización, como guía para nuestras Autoridades, comunidad científica y emprendedores turísticos.

En diciembre de 1998, fue presentada en Puyehue, durante el IV Congreso Internacional de Gestión en Recursos Naturales, la primera propuesta de manejo para regular el turismo improvisado de observación de cetáceos en la Región de Coquimbo.
Provenientes de una revisión de la legislación de Dolphin/Whale Watching internacional, el desarrollo del proyecto de investigación TURSIOPS98/99, del proyecto TURISMO SEGURO y la valiosa ayuda de los pescadores artesanales de Punta de Choros, IV Región, es que se pudo poner a prueba y demostrar la utilidad de nuestra propuesta para mitigar los impactos de esta actividad turística en esta zona.

En esta zona se han declarado dos reservas marinas ("isla Chañaral" e "islas Choros-Damas") pero aún no poseen un reglamento oficial pese a que estas propuestas fueron las primeras desarrolladas en Chile. Los biólogos del CMMR Leviathan han publicado los estudios que sustentan esta propuesta como también la han compartido en diversas oportunidades con las Autoridades Chilenas (por escrito y en seminarios) y la han puesto a disposición pública en Internet.

La primera presentación de esta propuesta fue en octubre de 2000, cuando miembros del CMMR Leviathan organizan y desarrollan en el Stadio Italiano, el primer congreso nacional sobre Areas Marinas Protegidas. Ocasión en la que fueron invitados tanto autoridades de gobierno como científicos destacados. Asistieron representantes de la Subsecretaría de Marina, Servicio Nacional de Pesca, Comisión Nacional de Medio Ambiente, Dirección General del Territorio Marítimo y de Marina Mercante, Museo Nacional de Historia Natural, el Dr. Alberto Carvacho y el Director del Dpto de Ciencia del CMMR Leviathan.

La presentación más reciente fue en Octubre de 2004, a la subsecretaría de Pesca mediante el documento 03/10-PL2.

Las siguientes son las recomendaciones que hemos propuesto, para formalizar la actividad turística, mitigar sus efectos negativos y garantizar su sustentabilidad en el tiempo.

Las normas más importantes para garantizar la permanencia de la población residente de delfines, pod-R, son la protección de las hélices, las visitas en un horario estricto, y el cumplimiento de las maniobras de acercamiento.

Area Geográfica Operadores y Mercado Valor y Administración
Seguridad Formas de Acercamiento Velocidad y Rumbo
Tipo de Embarcaciones Impulso Horarios
Pasajeros Basuras y otros  

Área Geográfica
El pod-R, se distribuye entre las islas limítrofes entre las tercera y cuarta regiones de Chile.
El área de turismo de observación de delfines, corresponde a la zona sur de la isla donde estén presentes. Originalmente en isla Chañaral, luego sufrieron una matanza que provocó su desplazamiento a isla Choros en 1995. Para nuevamente alejarse de su sitio, esta vez debido a la falta de puesta en práctica por parte de las autoridades, de estas normas que fueron desarrolladas en base a un estudio científico local y luego su funcionalidad fue demostrada mediante el programa Turismo Seguro.

Operadores Turísticos y Mercado
La condición de Operador Turístico de Dolphin Watching, deberá ser alcanzada sólo después de haber aprobado los exámenes teóricos y prácticos pertinentes. (ver proyecto TURISMO SEGURO).
Sólo se autoriza la visita a los delfines, por parte de embarcaciones capitaneadas por Operadores Turísticos calificados y por científicos acreditados especialistas en cetáceos con proyectos en curso en la zona. Quedando prohibido el ingreso de embarcaciones particulares o ajenas a los compromisos y normativas que son las que garantizan la permanencia de estos animales.
Es muy importante comprender que se trata de una actividad regulada por condiciones biológicas y no por el mercado. Por esta razón, esta actividad nunca podrá ser masiva. Resulta por tanto, necesario limitar el número de operadores turísticos como también el número de embarcaciones. Sin embargo, puede ser replicada en diversas zonas de la costa de Chile.
Por ser quienes mejor conocen la zona, ser los únicos en haber suscrito espontáneamente nuestro programa gratuito de capacitación, vivir en la zona y necesitar esta ayuda económica, es que sugerimos a la Autoridad Marítima autorizar esta condición sólo a los pescadores artesanales originarios de Punta de Choros. Ellos no sólo necesitan esta actividad, sino también están íntimamente relacionados con la zona. Si no respetan estas normas y dañan a los animales, ellos también serán perjudicados al carecer de otras alternativas económicas inmediatas. Por esta razón, es más fácil que comprendan la necesidad de respetar estas normas, resultando más fácil su fiscalización.
Empresarios que deseen invertir en este negocio, deberán contratar o subcontratar los servicios de estos Operadores Turísticos capacitados, incluso podrán reemplazar sus embarcaciones por otras más cómodas (pero de similares dimensiones) e invertir en servicios anexos ampliando las características económicas.
De esta forma los lugareños no constituyen un monopolio, pero tampoco son reemplazados y finalmente excluidos de los beneficios socioeconómicos de esta actividad, como ha documentado la experiencia internacional.

Valor del Servicio y Administración

  • Los turistas suelen ser acosados, por los lugareños apenas llegan a Punta de Choros. Es necesario evitar estas molestias y la permanente competencia entre los pescadores. Esto ha llevado, a los pescadores, a bajar los precios frecuentemente a niveles menores que los costos de navegación.
  • Para el turista resulta desagradable también, desconocer el valor de su visita a los delfines sino hasta una vez ya embarcado. El turista debiera saber antes de viajar a Punta de Choros, los valores de cada servicio, poder prepararse oportunamente y no experimentar sorpresas desagradables evitables.
  • Por todo lo anterior, es necesario que los pescadores acuerden un valor único para cada temporada y lo mantengan constante, logro que espontáneamente fue alcanzado en 1999 durante las capacitaciones gratuitas que Leviathan realizó en la zona (ver proyecto TURISMO SEGURO). En caso imperioso de modificar las tarifas, este cambio debiera ser avisado oportunamente a las agencias de turismo respectivas de manera de informar a los turistas a tiempo.
  • El propósito de nuestra propuesta es elevar el nivel del servicio para que pueda ser insertado en el circuito internacional de Dolphin/Whale Watching. De esta forma resulta un negocio rentable para los lugareños a pesar de no ser masivo, y permitirá también una actividad durante todo el año. Los valores de los boletos debieran, por tanto, estar a similar nivel (20 USD aprox.).
  • Es necesario que esta zona sea considerada una Area Marina Protegida, de forma tal que queden excluidas aquellas actividades que dañen la zona y su enorme potencial de desarrollo sustentable.
  • Por las características de esta actividad y las capacidades institucionales, consideramos que en la práctica sólo la Autoridad Marítima está facultada de forma idónea para administrar esta zona junto al gremio local de pescadores artesanales que aprobaron su capacitación y el Museo Nacional de Historia Natural, como autoridad científica estatal dedicada al estudio de la fauna y biota silvestres, que revise las actividades científicas que se desarrollan en la zona.
  • Es importante recordar que la naturaleza es un ente dinámico. Resulta necesario actualizar estas normas a tiempo y siguiendo los cambios naturales, basado siempre en resultados científicos serios. Por esto ofrecemos a las Autoridades Marítima y Científica toda nuestra colaboración y experiencia de forma gratuita. Del mismo modo, los pescadores artesanales, que recibieron nuestra capacitación, han suscrito un acuerdo que faculta el abordaje de un investigador calificado a sus embarcaciones turísticas, de forma gratuita. Este investigador debe contribuir al capitán, con un relato de sus actividades a los turistas durante el viaje. Es importante notar que Leviathan ha sido la única institución que ha capacitado teórica y prácticamente a todos sus voluntarios, formalmente antes de cualquier expedición. Es decir, nuestros científicos especialistas, socios y voluntarios no son autodidactas y no improvisan sus actividades. Los cursos de Leviathan están abiertos a toda persona interesada, por lo que no es una condición excluyente salvo personas que profesan principios abiertamente contrarios a la corporación (ej: personas relacionadas con actividades balleneras y/o cautiverio de mamíferos acuáticos).

Seguridad

  • Preferentemente una hora antes de zarpar, los pasajeros que tiendan a marearse en el mar (mal de mer), deberán ingerir los fármacos correspondientes. Ej: Mareamin. Los cuales deberán estar a su disposición al momento de comprar su boleto.
  • Antes de abordar, los pasajeros deberán ponerse los chalecos salvavidas.
  • Al abordar, el capitán o su asistente, deberá mostrar a sus pasajeros, la ubicación de los elementos necesarios en caso de emergencia (bengalas, radios, etc).
  • A bordo, los turistas deben mantener una conducta adecuada. Sin gritar, desplazarse por la embarcación sin permiso de su capitán, ni arrojar objetos al agua. Toda maniobra deberá ser primero consultada a su capitán.
  • Embarcaciones a remo deben ser acompañadas por una mayor (vela o motor).
  • Los delfines están en el extremo sudoeste de isla Choros. Cuando las embarcaciones navegan con rumbo norte, son ocultadas por la isla. En esta condición, es imposible desde el puerto, observar bengalas de emergencia, ni recibir señales de radio adecuadamente. Por su lado oceánico, la isla también carece de zonas de protección ante eventuales emergencias y presenta dificultades náuticas mayores al estar expuesta a los vientos oceánicos. Por razones de seguridad, las embarcaciones con turistas debieran evitar trayectorias que incluyan el lado oceánico de la isla.
  • Embarcaciones a remo y menores a cinco metros de LOA, tienen prohibición de navegar por la cara oceánica de isla Choros (salvo aquellas que son acompañadas por una embarcación de seguridad de mayor tamaño). Embarcaciones mayores que deban incluir esta trayectoria, deben hacerlo a distancias superiores a 1 Km. de la isla. Respetar estas normas, provee de seguridad también a los delfines dado que les provee de una zona cercana, libre de embarcaciones a la cual acceder en caso de no desear tener contacto con las embarcaciones turísticas por algún motivo. Esto evita que se dirijan a mar abierto o que el grupo se disperse.
  • Si bien aún no hemos registrado ataques a ningún buzo por parte de estos delfines, hemos documentado algunas conductas agresivas hacia ellos. Por esta razón, debiera limitarse esta práctica y contar con un guía les enseñe a reconocer las señales de advertencia por parte de los delfines, a fin de respetarlas a tiempo.
  • Para evitar ataques y mutuas transmisiones de enfermedades, queda prohibido intentar "tomar" a los animales por sus aletas, tocarlos, alimentarlos, etc.
Método Formal de Acercamiento a Cetáceos con fines Científicos y/o Turísticos sin detención
Una única embarcación penetra a la vez, al perímetro de observación de 300 m. Se acerca de forma indirecta y circular, por detrás y de costado a los animales, sin penetrar el perímetro de seguridad de 50 m, ni variar la velocidad siempre menor a los cuatro nudos. Al salir del perímetro de observación, puede entrar otra embarcación. Las embarcaciones que esperan, lo hacen fuera del perímetro de 300 m, por detrás y de costado, de los animales. Lo que en jerga náutica se denomina, "terciarse por aleta". Se escogerá el costado dependiendo de las condiciones de navegación
Método Formal de Acercamiento a Cetáceos con fines Científicos y/o Turísticos con detención
Una única embarcación penetra a la vez, al perímetro de observación de 300 m. Se acerca de forma indirecta y circular, por detrás y de costado a los animales, sin penetrar el perímetro de seguridad de 50 m, ni variar la velocidad siempre menor a los cuatro nudos. Cuando se encuentra al costado o "a escuadra" de la escuela de cetáceos, vira divergiendo el rumbo y procede a detener los motores sin brusquedad (si lo tiene). Es muy recomendable el uso de anclas de deriva o de agua, para limitar la deriva. Sin embargo recomendamos hacerlo con líneas muy cortas para evitar que se enreden los animales. Al salir del perímetro de observación, puede entrar otra embarcación.

 

Velocidad y Rumbo

  • Antes de ingresar al área de seguridad, donde la embarcación realiza la maniobra de acercamiento, su capitán debe primero determinar la dirección de nado de los delfines. La lo cual es fundamental la capacitación que la mayoría de ellos han recibido de Leviathan, en orden de poder interpretar las conductas y señales de jerarquía de los delfines. Las embarcaciones no pueden ingresar a esta zona, en tanto los delfines no presenten una dirección de nado clara. Es gracias a esta dirección, que la embarcación podrá luego realizar la maniobra de acercamiento antes descrita.
  • El rumbo debe ser tal que las embarcaciones queden entre los animales y la isla, excepto durante conductas de alimentación de tipo "de bajeríos", para evitar obstruirles el rumbo a mar abierto. También porque cerca de la isla el ruido ambiente natural es más alto y éste ayuda a mitigar los efectos del producido por el motor. Esto requiere que la embarcación sea muy segura, por lo que actualmente aconsejamos que prime el criterio de seguridad náutica invirtiendo estas posiciones, para dar más tiempo de reacción a los tripulantes en caso de un desastre, antes que la corriente y el viento les lleven hacia la isla.
  • Debiera estar estrictamente prohibido "planear" en la zona, independientemente del tipo de embarcación (planear = conducta de la embarcación, en la que alcanza su menor contacto con el agua debido a su alta velocidad).
  • La navegación debe cumplir con todo aquello que el sentido común tipifique como "navegación respetuosa". Por ejemplo, no superar los cuatro nudos en la zona de los delfines, como tampoco realizar cambios bruscos de rumbo, ni jugar con el acelerador.
  • El área óptima para visitar a los delfines es aquella cuya profundidad oscila entre los 60 y 80 metros.
  • Hemos registrado una conducta de alimentación que denominamos "de Bajerío". La cual sólo tiene lugar, cuando las condiciones náuticas son de 0-1 en la escala de Beaufort. En estas circunstancias los delfines suelen aproximarse a la isla, a una zona muy peligrosa para la navegación.
  • Entre el puerto de Punta de Choros y la zona de visita a los delfines, la trayectoria náutica más segura es de aproximadamente 10 km. En un radio de 15 km, hemos registrado además de los delfines nariz de botella del POD-R, la presencia de otras 16 especies de cetáceos. Por lo que las precauciones y conducta respetuosa en la navegación, deben cumplirse en toda la trayectoria y no sólo en el área de visita a los delfines.

Tipo de Embarcaciones

  • Es usual que en verano algunas embarcaciones no acreditadas, invadan la zona para profitar de la presencia de los turistas. Sin embargo, sus tripulantes no han suscrito el compromiso de los pescadores de Punta de Choros, como tampoco han recibido capacitación alguna, constituyendo un permanente peligro tanto para los delfines como para los turistas.
  • Las embarcaciones acreditadas que realizan visitas a los delfines, deberán presentar en su amura, un distintivo que las individualice (fondo blanco con un diseño en negro pintado encima). Esto para facilitar su reconocimiento por parte de los delfines.
  • Las embarcaciones turísticas, actualmente son lanchas superiores a cinco metros de LOA, utilizadas por los lugareños para sus actividades pesqueras.
  • La experiencia internacional suele registrar el error de regular la presencia de embarcaciones turísticas, principalmente mediante su número. Sin embargo, no es lo mismo una lancha de pesca artesanal que un buque de carga. Deseamos que Chile inicie esta actividad considerando estas experiencias desde el inicio, pero sin limitar el proceso modernizador de las embarcaciones que realizan el turismo. Siendo necesario que se limite la presencia de embarcaciones, nuestra propuesta es que el criterio sea el siguiente: el número de embarcaciones sea cualquiera en tanto la suma total de su LOA (eslora) no supere los 50 metros.

Impulso

  • El impulso es el tipo de propulsión que poseen las embarcaciones. De estos dependen dos tipos de agresiones a los animales: ruido submarino y heridas traumáticas.
  • Nuestras investigaciones en la zona, han demostrado que los tipos de impulso se ordenan en adecuación inversamente proporcional a la intensidad del sonido que emiten.
  • Ordenados en orden creciente de impacto antrópico: remo, vela, motor eléctrico, motor diesel, motor bencinero de cuatro tiempos, motor bencinero de dos tiempos y motor jet.
  • Sugerimos que las autoridades marítima y pesqueras (DIRECTEMAR y SSP), paulatinamente limiten los tipos de impulso, a sólo los cuatro o cinco primeros.
  • Quedan excluidas las embarcaciones que posean dos o más motores.
  • Hemos constatado que las embarcaciones a vela resultan muy silenciosas y pueden "sorprender" a los animales. Lo que no resulta grave con el POD-R, pero dado que la zona es frecuentada también por ballenas en tránsito, recomendamos un máximo de precauciones con este tipo de impulso. El remo permite la aproximación óptima en velocidad, sonido y con el suficiente cuidado carece de peligro traumático para los animales.
  • Toda propela o hélice debiera ser cubierta por un cilindro, el cual no sólo evita la posibilidad de herir a los animales sino también disminuye el ruido que emite el motor bajo el agua. Normalmente limita algo la velocidad de la embarcación, por lo que sugerimos se utilicen sólo motores de fuerza (cuatro tiempos). Dado que se trata de una actividad turística, la velocidad no es una prioridad. Este aditamento está normalmente en el comercio según modelo y marca del motor.

Horario

  • Algunas de las actividades básicas de los delfines, como parición, lactancia, sueño y descanso, requieren una ausencia de embarcaciones. Por esta razón, de acuerdo con el conocimiento adquirido sobre los horarios de las actividades de estos delfines en su sitio original (isla Chañaral) previo a eventos turísticos y los correspondientes a sitio actual, el horario de visita debiera ser restringido entre las 11:00 y 13:30 horas.
  • Luego de un período de adaptación por parte de los delfines, este horario podría ser paulatinamente ampliado bajo estricta supervisión de especialistas calificados.

Pasajeros

  • Los turistas deben juzgar honestamente su estado de salud, el cual debe ser compatible con la navegación. Son válidas también para esta actividad, las recomendaciones de la Autoridad Marítima, respecto de los deportes náuticos.
  • Es condición necesaria que quienes suban a bordo, sepan nadar y estén libres de efectos del alcohol u otras drogas.
  • Los turistas siempre son más numerosos que la tripulación de las embarcaciones. Para ésta última, puede resultar una tarea difícil mantener el control a bordo, dada la fuerte emoción que embarga a los visitantes. Quienes suelen desplazarse por la embarcación hacia los animales, provocando un brusco aumento del peso en una de las bandas y con ello un posible volcamiento de la nave. Por esta razón y para asegurar un servicio agradable a los turistas, es que la capacidad de pasajeros debe ser limitada a la mitad de la dotación máxima que especifica el fabricante de la embarcación.

Basura y otros

  • Se recomienda no llevar alimentos mientras esté embarcado. Sin embargo, toda embarcación debiera poseer un basurero a bordo, equipado con una tapa que evite que su contenido salga en caso de volcamiento.
  • Todo elemento que los pasajeros deseen llevar, deberán hacerlo en bolsos o mochilas que deberán ser aseguradas a la embarcación al momento de abordar. Esto impedirá que pierdan sus objetos de valor, como también alterar el entorno ante un posible volcamiento.